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Foto del escritorlicia lópez de casenave

La felicidad doméstica y las parcelas de la muerte

Claire Fraser no puede dejar de sonreír, Jamie Fraser no puede dejar de sonreír y tampoco el joven Ian Murray al ver cómo la trama de Outlander lleva a la familia a su nueva tierra en el cerro Fraser en Carolina del Norte.

Hay un aire de felicidad doméstica mientras los tres empiezan a talar árboles, pescan truchas y trazan los límites de su cabaña en los 10.000 acres que les otorgó el gobierno británico.

La tierra viene con un paisaje tan asombroso como con inquietud por los vecinos cherokee que no están contentos con la llegada de los nuevos colonos. Ante una sugerencia de cambiar el lugar de la casa, Jamie, firme, dice “la montaña me habló”.

Jamie logra conquistar a sus vecinos cuando mata a un marginado que violó a una mujer. Así el difícil tema de la colonización muestra cómo deciden vivir en paz y no derramar sangre.

De regreso a la década de 1970, Roger Wakefield sigue firme sobre su propuesta y su reacción vergonzosa hacia Brianna, profundamente ofensiva. De pronto, Roger es un personaje más profundo, más complicado. Él intenta un acercamiento al corazón de Brianna cuando investiga documentos que demuestran que Claire y Jamie –los padres de Brianna– se encontraron en el siglo XVIII después del viaje en el tiempo. Desafortunadamente, Roger también descubre que Claire y Jamie mueren en el incendio de la casa en el cerro Fraser, con fecha no muy clara. Podría ser pronto o no.

A Claire le dice una nativa sobre la muerte de alguien cercano mientras nos enteramos que Brianna está en Escocia.

Hay hierros en el fuego, pero todavía Outlander no arde. Aún no, al menos.



https://www.scotsman.com/lifestyle/outlander-season-4-episode-4-domestic-bliss-and-death-plots-1-4835772

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